Uno de los grandes problemas de Andalucía es la pérdida de suelo productivo motivado por las correntías de agua cuando llueve intensamente. El laboreo excesivo y la pendiente agravan este problema. Otro problema es la sequía y cómo aprovechar esa agua que cae en un corto espacio de tiempo para que no se pierda y sea absorbida por los árboles.
Un equipo de investigadores del Departamento de Edafología y Química Agrícola de la Universidad de Granada (UGR) ha creado el infiltrador, un auténtico sumidero de agua colocado debajo de un árbol que puede dar la solución a estos problemas. Se trata de un invento simple y fácil de instalar que ha patentado la UGR y que permite que toda el agua llegue directamente a la raíz del árbol, y no se pierda en la superficie por evaporación o por la geografía del terreno. Posiblemente nos encontremos ante una de esas grandes invenciones, que puede transformar el sector agrícola.
El dispositivo se se encuentra enterrado en el terreno circundante al cultivo y facilita la infiltración en profundidad del agua de lluvia, riego o correntía de forma significativa, favoreciendo además la incorporación de nutrientes y el aumento de la producción y calidad del producto agrario. Está constituido por una envoltura a modo de malla y rellena de biochar (carbón vegetal).
Mediante este procedimiento es posible incrementar el rendimiento de los olivos y así incrementar la producción media de aceite en zonas con baja pluviometría.
El equipo de Tesis acompaña al equipo de trabajo en la instalación de estos infiltradores y vemos de primera mano sus ventajas.
Fuente: Canalsur